El ojo clínico que evidenció durante años no podía haber cambiado tras algunos años de siesta. Cuando llegó para iniciar su tercer ciclo en el club, Bianchi eligió a Ribair Rodríguez, Juan Manuel Martínez y Claudio Pérez para reforzar al plantel. Los tres estuvieron en falta en sus primeros meses, pero con el tiempo de adaptación cumplido le dan la razón al técnico.
El primero no pudo jugar ayer, pero se asentó como central. El nivel del Burrito sigue creciendo y ayer fue partícipe fundamental en el gol del Puma. Y Chiqui Pérez juega como si hubiese nacido para ponerse la de Boca. Defiende la camiseta como en el potrero y no le tiembla el pulso para jugar su integridad física cuando de recuperar una pelota se trata. Bonus track: volvió a ser feliz en el mismo estadio que mandó al descenso con Belgrano al rival de siempre...
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