Un juez prolijo

Luego de una semana polémica por las declaraciones de Ramón Díaz, Delfino tuvo una correctísima actuación en el Súper disputado en el Monumental.

Cuánto se había hablado en la semana por esta designación. Ramón Díaz, apelando a viejos encontronazos del pasado, se había quejado por el nombramiento de Germán Delfino para el arbitraje del Súper, por segunda vez consecutiva. El DT había recordado sus cruces con el pito por viejas expulsiones y hasta había pronosticado "que a los diez minutos lo iba a echar". Levantó polvareda las declaraciones, de por sí polémicas por parte del entrenador. Y, en algún punto, había dudado de su capacidad arbitral-

Sin embargo, el juez estuvo a la altura de las circunstancias en un partido que no tuvo demasiados inconvenientes. Estuvo acertado en jugadas puntuales como sancionar con amarilla a Andrada por simular falta en el arranque, no cobrar penal en un cruce de Chiqui Pérez a Lanzini y bien en adicionar cinco minutos en el segundo tiempo por algunas interrupciones, especialmente por lesiones en Boca. No mucho más para hacer.

Así, luego de haber sido apuntado por Ramón Díaz, Delfino respondió en la cancha, pasando totalmente inadvertido. Prolijo entonces.